La casa
de madera y de tierra,
un círculo pequeño
de calor animal
en los espacios
fríos
de la noche.
(Amelia de Sola)
aenlibertad@gmail.com
lunes, 19 de febrero de 2018
sábado, 17 de febrero de 2018
En el silencio de los bosques
Existe un tiempo
fuera de todo tiempo,
un lugar
parecido a la transparencia del mundo,
allí,
en el silencio de los bosques,
donde sólo hay bosque
y silencio
y apenas
yo.
(Amelia de Sola)
fuera de todo tiempo,
un lugar
parecido a la transparencia del mundo,
allí,
en el silencio de los bosques,
donde sólo hay bosque
y silencio
y apenas
yo.
(Amelia de Sola)
La casa del bosque
La casa,
hija del bosque
y de mi alma,
encarnando,
tomando forma
del trabajo
y del tiempo,
de mi ser
y del ser
de la tierra.
(Amelia de Sola)
hija del bosque
y de mi alma,
encarnando,
tomando forma
del trabajo
y del tiempo,
de mi ser
y del ser
de la tierra.
(Amelia de Sola)
Etiquetas:
Bosque,
Creación,
Paisaje interior,
Poemas,
Proceso,
Sencillez,
Tiempo,
Trabajo,
Trabajo interno,
Verdad,
Viaje interior,
Vida
El amado interior
Eres,
amado mío,
la casa finalmente encontrada,
el claro fuego
en cuya calidez
se serena
mi alma.
(Amelia de Sola)
amado mío,
la casa finalmente encontrada,
el claro fuego
en cuya calidez
se serena
mi alma.
(Amelia de Sola)
Leche de jabalina
Como la diosa arcaica
de un misterio pagano,
la oscura jabalina,
tendida en la hojarasca,
se ofrece a sus cachorros,
ebrios del zumo agreste de sus senos,
en la entraña profunda
de los bosques.
(Amelia de Sola)
de un misterio pagano,
la oscura jabalina,
tendida en la hojarasca,
se ofrece a sus cachorros,
ebrios del zumo agreste de sus senos,
en la entraña profunda
de los bosques.
(Amelia de Sola)
Nieve en los campos
Un abrigo de nieve
sobre los campos fríos del invierno,
y el brillo duro
de las estrellas blancas
en la noche sin luna.
(Amelia de Sola)
sobre los campos fríos del invierno,
y el brillo duro
de las estrellas blancas
en la noche sin luna.
(Amelia de Sola)
domingo, 11 de febrero de 2018
Verdad
«Yo no me encuentro a mí mismo donde me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero.»
(Montesquieu)
(Montesquieu)
Del mal
El inconsciente es naturaleza ciega, en su terrible crudeza y su maravilla. Es, por tanto, inocente. Sencillamente, lo real es así.
Lo que corrompe esa crudeza inocente, lo que dota de un aura perversa al diablo, al hacedor y portador del mal, es su hibridación con lo humano. Su posesión de consciencia. Su opción por el dolor.
Lo que corrompe esa crudeza inocente, lo que dota de un aura perversa al diablo, al hacedor y portador del mal, es su hibridación con lo humano. Su posesión de consciencia. Su opción por el dolor.
lunes, 5 de febrero de 2018
Amante del.silencio
Silencio, amado mío,
tú qué sostienes
en el abismo de tu ingravidez
todo mi mundo,
tú que cobijas,
en el cálido hueco
de tus manos,
a mi pequeño
corazón...
tú qué sostienes
en el abismo de tu ingravidez
todo mi mundo,
tú que cobijas,
en el cálido hueco
de tus manos,
a mi pequeño
corazón...
(Amelia de Sola)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)