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miércoles, 22 de agosto de 2018

Mirando los cielos

Sentarse un día tras otro ante el mismo cielo a contemplar la evolución de los astros.
Ir siguiendo a la Luna en su recorrido por el Zodiaco, acariciando y dejando atrás a Venus en Libra, a Júpiter en Escorpio, a Saturno y Marte en Capricornio...
Atestiguar el espléndido despliegue de los dioses en el azul violeta del crepúsculo. Con la mirada maravillada del primer homínido, de todos los de mi especie que han levantado alguna vez los ojos al misterio. A la noche. A las estrellas encendidas. Al alma terrible y hermosísima del mundo.

lunes, 20 de agosto de 2018

Destino

Va descarnando el tiempo,
paso a paso,
todo lo accesorio

-todo lo buscado,
porque personalmente
preferido-

para dejar desnudo
el esqueleto claro,
la absoluta pureza
del destino.

A S.

domingo, 19 de agosto de 2018

Señora liebre

Una liebre, una pequeña criatura de la noche, captada por los faros.

Noche

Sentada en el porche, contemplando los cielos.
Frente a mí, el creciente lunar cercano a Saturno, y a mí izquierda, sobre la arboleda, un Marte intensamente rojo, indiscutible Señor de la noche en este tiempo de verano.
Alrededor, el concierto de los grillos.

martes, 14 de agosto de 2018

Coniunctio

Luna conjunta a Venus, sobre los árboles.
(Uno de los cielos más bellos que me ha sido dado contemplar...)

La realidad

Pasamos ciegos,

como si nada
sucediera,

sobre una realidad

que no podemos
soportar.

A S.

Arena suelta

Mis pequeños
proyectos,

con cuánto esfuerzo
edificados

sobre la arena
suelta

de la absoluta falta
de certeza.

A.S.

Del no saber

Y qué quieres
que te diga
de mí.

Tendría que saber
más allá
del tejido gris
de los días,

de la modesta
oscuridad
y la virtud
aún más modesta
que me son familiares,

del terror animal,

del misterio pequeño
de lo sagrado
que me ha tocado en suerte.

Qué podría decir
más allá
de lo que fueron trayendo
los años
a mí playa,

del la simple tibieza
que me cobija,

del futuro
que puede ser
o no.

Qué puedo hablar
de mí

más allá

del saber
que llegará el final
y no sabré.

A.S.

Hacia lo que no soy

Caminante
en el camino
hacia lo que no soy,

me ocupo
día a día
en la aleación

de lo que conformaron
los años,

de lo desconocido
del alma,

de lo que recorriera
mi vida,

de los que se quedaron
en ella,

del rostro desgarrado
de la tierra,

de la certeza inmóvil
de la muerte,

de la sagrada falta
de esperanza,

de lo que está,
de lo que es,
de lo que viene
siempre,

para que nada falte
en el crisol,

el fuego,
la simiente,
la gravedad,
la piedra,

el mundo
suspendido
en el silencio.

A.S.

La lluvia sobre el bosque

Suena
la lluvia sobre el bosque,

se dibujan
en el aire
las lineas
de las gotas que caen,

que golpean
la tierra,

que brillan
suspendidas
al borde de las hojas.

Sentada
al resguardo del porche,

rodeada
de gris y de
belleza,

me dejo conducir
al silencio

por el rugido suave
de las aguas.

A.S.

lunes, 6 de agosto de 2018

Ginetas

Ayer, una, hoy, otra. Elegantes, ágiles, bellísimas, con sus ojos brillantes  y sus largas colas anilladas. Ginetas. Esos furtivos predadores nocturnos que muchos viejos del lugar no han alcanzado a ver jamás. Un raro y exquisito regalo de los bosques. Me siento profundamente. agradecida.

domingo, 5 de agosto de 2018

Marte

De madrugada, en el camino, las estrellas del verano extendidas sobre los bosques oscuros. Y, presidiendo la noche, un Marte cercano, inmenso, gloriosamente rojo.

jueves, 2 de agosto de 2018

La tierra del invierno

Bajó
a la tierra dura
del invierno.

Puso su morada
en las entrañas
negras
del barbecho.

Alimentó
su alma
de los páramos solos,

de las frías estrellas,
suspendidas
sobre los campos yermos.

A.S.

El viento grande

Dijeron
que no podríamos
marcharnos.

Dijeron
que los perros
del invierno
impedirían todos
los caminos,

y era verdad,

pero hay verdades
tan pequeñas

qué puede marchitarlas
el viento grande,

el verdadero viento
que abre camino
a nuestros pasos.

A.S.

Y te alcance mi voz

Qué palabra usaré
para nombrarte,
qué sonido en el que te reconozcas
y te alcance mi voz, cuando te nombre,
en esa vastedad.

A.S.

En los espacios del silencio

¿Puedes imaginar
los ríos del silencio,
las blancas cataratas
silenciosas,
los mares infinitos
del silencio profundo?

¿Puedes sembrar los campos
del silencio,
las flores incoloras
de un mundo silencioso,

caminar los caminos
del silencio,
alimentar el alma
de sus frutos,

perderte suavemente
en los espacios quietos
del silencio?

A.S.

Desde el principio

Van a morir los ríos de silencio
al océano quieto,
donde todo converge
y permanece
desde el principio.

A.S.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Al borde de mí misma

Cada vez en más ocasiones siento que la vida me va llevando hacia un lugar en el borde de mí misma donde no queda nada a lo que volverse, nada que seguir buscando. Donde lo único que queda por hacer es quedarse quieta y esperar no se sabe qué.
Porque todo lo que puede hacerse o buscarse me interesa cada vez menos, me sabe cada vez más a lo mismo. Porque esa maraña de mecanicidades que constituye el mundo del ego se parece cada vez más a una jaula cerrada o a la rueda de un hamster.
Y, si algo ha de sobrevenir, habrá de ser desde otro espacio. Desde otro espacio del que nada puede saberse.